Sopa de Malvas: el ungüento líquido de la tierra y la memoria
Desde Arcane Domus, nos honra presentar la voz de Eulalia Morán Valverde, nuestra guardiana honorífica de la magia terrenal y la cocina ancestral. En este texto, Eulalia comparte saberes ancestrales que conectan cuerpo, espíritu y tierra a través de recetas mágicas que han viajado siglos. Su mirada nos invita a redescubrir la magia cotidiana y profunda, la que se cocina a fuego lento y se bebe con alma.
Soraya El-Mansur
Miembro fundador de Arcane Domus
Especialista en Alquimia Emocional y Sanación simbólica
En las entrañas del bosque, donde la tierra aún guarda el aliento de nuestras ancestras, crece una planta humilde y poderosa: la malva. Esta hierba, a simple vista frágil, es un regalo de la Madre Tierra, un bálsamo ancestral que ha alimentado cuerpos y almas desde tiempos remotos.
Recuerdo cuando niña, cómo mi abuela recolectaba las hojas y flores con manos expertas, hablándoles con respeto, como si hablasen un idioma antiguo que solo ellas entendían. Para ella, la sopa de malvas no era solo comida, sino medicina, hechizo y plegaria.
La malva es rica en mucílagos que suavizan, calman inflamaciones y limpian el cuerpo desde dentro. En la cocina mágica, esta sopa es un ritual de purificación y sanación, perfecta para cuando el cuerpo se siente pesado, para las heridas que no se ven y para esas dolencias que la mente no sabe nombrar. Es ideal para personas personas que padecen problemas de estómago tales como úlceras y también para problemas intestinales como el estreñimiento. Es emoliente y vulneraria.
La preparación no puede ser apresurada. Debe cocinarse a fuego lento, como la paciencia que exige la vida. El agua en que hierven las hojas es un elixir que carga con la energía de la tierra y el amor de quienes la cultivan. Al beberla, no solo nutrimos el cuerpo, sino que abrimos canales para que la memoria ancestral circule, recordándonos quiénes somos y de dónde venimos.
En cada cucharada, se entretejen historias, memorias y poder. Es un acto humilde, pero profundo. La sopa de malvas es para quienes buscan sanar en silencio, para quienes entienden que la verdadera magia está en lo sencillo, en lo cotidiano, en el respeto al ciclo eterno de la vida.
Receta Sopa de Malvas
Puedes utilizar verduras de la huerta: acelga, espinacas, puerro y añadir dos buenos manojos de malvas. Una vez seleccionadas las verduras al gusto, se cortan todas muy finamente y se cuecen en agua y un poco de sal marina. Tras cocerlas, en el momento de servirla se añade n poco de nata de cocinar o si se prefiere una yema de huevo. Si se prefiere se pueden filtrar, separando el agua de cocción de las verduras y constituyendo así un consomé de malvas. Para los más detallistas se puede adornar con unas florecillas de malvas.
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